mayo 30, 2006

Momentos de lucidez


"Escucha, es es preciso que hable porque no sé qué hacer de lo que he vivido. Peor aún: no quiero lo que he visto. Lo que he visto hace pedazos mi vida cotidiana. Disculpa este regalo, realmente habría preferido ver algo mejor (...) pero me pregunto: si miro la oscuridad con una lupa, ¿vería algo más que la oscuridad? La lupa no elimina la oscuridad, sólo la revela aún más.": Clarise Lispector.
Por momentos me pasa. No sé si les ha pasado. Por algún acto de iluminación ínfima pero extrema, las neuronas se encienden todas a la vez. "Momento de lucidez" le llaman. El otro-yo sale del cuerpo. Se ven a sí mismos. En relación con el mundo. Suben a alguna parte y ahí estan. Y el mundo a su alrededor. El cuerpo se transparenta y se ven tal-cual-son. No es algo agradable. Una bofetada al alma. Las esperanzas se esconden acorraladas en un rincón. Se siente el silencio del interior y el ruido del mundo que nunca ha dejado hablar a esa quietud, a esas voces que siempre han querido ser, hacer. Pero tú no las quieres escuchar. El silencio cierra sus dedos y comprime los pensamientos. Estruja. Devasta. Aniquila. Acaba con todo lo que ustedes siempre han-creído-ser. Entonces el individuo sale de las cenizas, vive, se presenta. Sólo para volver a morir. Regresa eso que quiero no ser, pero que soy. Algo de todo esto queda. La importante pero imprescindible sensación de que uno "fué", de que por un segundo o dos, ese "Momento de lucidez" sirvió, el mundo se observa de manera diferente, algo ha cambiado, de repente los colores brillan de manera diferente. Esperas que un día, si has acumulado los suficientes "momentos" los colores aparecerán como algo real. No como conceptos. Sí como ondas, que sientes, que dejas atravezar por tu cuerpo, vibrando por los pies y subiendo por el pecho hasta salir disparados por los dedos. Ya no son puros, tienen, se han llevado algo de ti. Y algo de esa otra persona, a miles de kilómetros de distancia que ha sentido lo mismo, queda en tu alma... en su alma. Tiemblas de sólo pensarlo, es una sensación tan extraña y a la vez tan familiar que te asustas. Te escondes en ti, en ese mundo que te rodea. Ya tuviste tu momento de lucidez, tu momento de esperanza, tu momento de miedo. Ahora no puedes regresar a ser lo que eras, ahora eres lo que eres... y así... hasta el próximo momento de lucidez. ... --No sé si les ha pasado--...
pd1: DASEIN
pd2: Diálogo de película... ¿cuál es la esencia del ser humano? ¿qué lo mueve?... ¿el temor, o la pereza?